¿Cómo ayuda REIKI en estos casos?
REIKI posee una batería de herramientas efectivas y fáciles de usar para prevenir los problemas provocados por el estrés y revertir sus efectos cuando ya se han instalado en nuestro sistema.
Pero vayamos por parte, ¿Qué es estrés?Estrés es la respuesta adaptativa del organismo ante diversos agentes estresores, (Hans Selye, 1936). La respuesta de estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental, externo o interno, mediante la cual se prepara para hacer frente a las posibles demandas que se generan como consecuencia de la nueva situación (Labrador, 1992). Por tanto, el estrés no es algo negativo en sí mismo, al contrario; facilita el disponer de recursos para enfrentarse a situaciones que se suponen excepcionales. Dicho con un ejemplo: contraer matrimonio, organizar la celebración, la luna de miel, mudarse y adaptarse a la vida matrimonial, pueden ser causa de estrés.
El estrés también surge por irritaciones menores, como esperar demasiado en una cola o en el tráfico. Situaciones que provocan estrés en una persona pueden ser insignificantes para otra.Para que haya respuesta de estrés es necesario que interactúen las características de la persona y las demandas del medio. Es decir, el estrés depende tanto de las demandas del medio como de los propios recursos para enfrentarse a él (Lazarus y Folkman, 1984). Se considera que una persona está en una situación estresante (o bajo un estresor) cuando ha de hacer frente a situaciones que conllevan demandas conductuales que le resultan difícil de poner en práctica o satisfacer. Por tanto: A mayor cantidad y calidad de recursos disponibles, menor estrés.
La respuesta de estrés favorece la percepción de la situación y sus demandas, hace posible el procesamiento más rápido y potente de la información disponible, posibilita la búsqueda de las mejores soluciones y la selección de conductas adecuadas, y prepara al organismo para actuar de forma rápida y vigorosa. Dado que se accionan gran cantidad de recursos (incluyendo el aumento en el nivel de activación fisiológica, cognitiva y conductual), el estrés supone un desgaste importante para el organismo. Si éste es episódico no habrá problemas, pues el organismo tiene capacidad para recuperarse, si se repiten con excesiva frecuencia, intensidad o duración, pueden producir la aparición de trastornos psicofisiológicos.
¿Qué ocurre cuando estamos en “respuesta de estrés”?
Aumenta la adrenalina.
El corazón late más fuerte y rápido.
La presión arterial sube.
Los vasos sanguíneos que irrigan la piel y a los órganos menos críticos (riñones, intestinos), se contraen para disminuir la pérdida de sangre en caso de heridas y para dar prioridad al cerebro y los órganos más críticos para la acción (corazón, pulmones, músculos).
El nivel de insulina crece para permitir que el cuerpo metabolice más energía.
La mente aumenta el estado de alerta.
Los sentidos se agudizan.
Estas reacciones permiten evitar el peligro. Y a corto plazo, no son dañinas. Pero cuando la situación de estrés se mantiene en el tiempo provoca:
Hipertensión arterial
Gastritis y úlceras en el estómago y el intestino
Disminución de la función renal
Problemas del sueño
Depresión o ansiedad Dolores de cabeza
Indigestión
Sarpullidos
Disfunción sexual
Palpitaciones rápidas
Nerviosismo
Agotamiento
Alteraciones del apetito
En medio de la crisis, fluye con Reiki:
Reiki tiene una cualidad muy importante y es que trabaja con la energía universal y no con la del propio reikista; más aún es independiente del estado anímico o mental del reikista. Por lo tanto si aprendes Reiki, podrás estar en medio de una situación estresante, y bastará con que coloques tus manos sobre tu plexo solar para que comiences a sentir la energía fluyendo, ayudándote a encauzar tus emociones. Esto es tan simple y discreto que puedes hacerlo en una reunión, en el transporte público, en la cola del banco... ¡en cualquier sitio! ¡siempre podrás contar con tus manos armonizantes!
Recibe sesiones de un reikista:
Cuando recibes sesiones completas de Reiki ,te garantizas un oasis de relajación en tu vida. La relajación es conveniente para aliviar el estado de tensión muscular que ocurre inconscientemente durante el estrés (los músculos, especialmente cervicales y lumbares, se contraen en forma prolongada generando dolor). Pero cuando recibes Reiki se da el movimiento inverso, cada parte de tu organismo comienza a “soltarse”.Tu cuerpo conoce y entiende esta energía; no importa cuán tenso te encuentres, todas tus células resonarán con Reiki. Tampoco interesa si tu mente no deja de parlotearte, los efectos del Reiki no dependen de tu estado mental.Podrás notar beneficios ya desde las primeras sesiones; y recibiendo periódicamente, tu mente aprenderá a “desenchufarse” cada vez con mayor agilidad, mientras tu cuerpo se distiende, sana y recupera fuerzas.
REIKI posee una batería de herramientas efectivas y fáciles de usar para prevenir los problemas provocados por el estrés y revertir sus efectos cuando ya se han instalado en nuestro sistema.
Pero vayamos por parte, ¿Qué es estrés?Estrés es la respuesta adaptativa del organismo ante diversos agentes estresores, (Hans Selye, 1936). La respuesta de estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental, externo o interno, mediante la cual se prepara para hacer frente a las posibles demandas que se generan como consecuencia de la nueva situación (Labrador, 1992). Por tanto, el estrés no es algo negativo en sí mismo, al contrario; facilita el disponer de recursos para enfrentarse a situaciones que se suponen excepcionales. Dicho con un ejemplo: contraer matrimonio, organizar la celebración, la luna de miel, mudarse y adaptarse a la vida matrimonial, pueden ser causa de estrés.
El estrés también surge por irritaciones menores, como esperar demasiado en una cola o en el tráfico. Situaciones que provocan estrés en una persona pueden ser insignificantes para otra.Para que haya respuesta de estrés es necesario que interactúen las características de la persona y las demandas del medio. Es decir, el estrés depende tanto de las demandas del medio como de los propios recursos para enfrentarse a él (Lazarus y Folkman, 1984). Se considera que una persona está en una situación estresante (o bajo un estresor) cuando ha de hacer frente a situaciones que conllevan demandas conductuales que le resultan difícil de poner en práctica o satisfacer. Por tanto: A mayor cantidad y calidad de recursos disponibles, menor estrés.
La respuesta de estrés favorece la percepción de la situación y sus demandas, hace posible el procesamiento más rápido y potente de la información disponible, posibilita la búsqueda de las mejores soluciones y la selección de conductas adecuadas, y prepara al organismo para actuar de forma rápida y vigorosa. Dado que se accionan gran cantidad de recursos (incluyendo el aumento en el nivel de activación fisiológica, cognitiva y conductual), el estrés supone un desgaste importante para el organismo. Si éste es episódico no habrá problemas, pues el organismo tiene capacidad para recuperarse, si se repiten con excesiva frecuencia, intensidad o duración, pueden producir la aparición de trastornos psicofisiológicos.
¿Qué ocurre cuando estamos en “respuesta de estrés”?
Aumenta la adrenalina.
El corazón late más fuerte y rápido.
La presión arterial sube.
Los vasos sanguíneos que irrigan la piel y a los órganos menos críticos (riñones, intestinos), se contraen para disminuir la pérdida de sangre en caso de heridas y para dar prioridad al cerebro y los órganos más críticos para la acción (corazón, pulmones, músculos).
El nivel de insulina crece para permitir que el cuerpo metabolice más energía.
La mente aumenta el estado de alerta.
Los sentidos se agudizan.
Estas reacciones permiten evitar el peligro. Y a corto plazo, no son dañinas. Pero cuando la situación de estrés se mantiene en el tiempo provoca:
Hipertensión arterial
Gastritis y úlceras en el estómago y el intestino
Disminución de la función renal
Problemas del sueño
Depresión o ansiedad Dolores de cabeza
Indigestión
Sarpullidos
Disfunción sexual
Palpitaciones rápidas
Nerviosismo
Agotamiento
Alteraciones del apetito
En medio de la crisis, fluye con Reiki:
Reiki tiene una cualidad muy importante y es que trabaja con la energía universal y no con la del propio reikista; más aún es independiente del estado anímico o mental del reikista. Por lo tanto si aprendes Reiki, podrás estar en medio de una situación estresante, y bastará con que coloques tus manos sobre tu plexo solar para que comiences a sentir la energía fluyendo, ayudándote a encauzar tus emociones. Esto es tan simple y discreto que puedes hacerlo en una reunión, en el transporte público, en la cola del banco... ¡en cualquier sitio! ¡siempre podrás contar con tus manos armonizantes!
Recibe sesiones de un reikista:
Cuando recibes sesiones completas de Reiki ,te garantizas un oasis de relajación en tu vida. La relajación es conveniente para aliviar el estado de tensión muscular que ocurre inconscientemente durante el estrés (los músculos, especialmente cervicales y lumbares, se contraen en forma prolongada generando dolor). Pero cuando recibes Reiki se da el movimiento inverso, cada parte de tu organismo comienza a “soltarse”.Tu cuerpo conoce y entiende esta energía; no importa cuán tenso te encuentres, todas tus células resonarán con Reiki. Tampoco interesa si tu mente no deja de parlotearte, los efectos del Reiki no dependen de tu estado mental.Podrás notar beneficios ya desde las primeras sesiones; y recibiendo periódicamente, tu mente aprenderá a “desenchufarse” cada vez con mayor agilidad, mientras tu cuerpo se distiende, sana y recupera fuerzas.


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