Reiki para Ninos y Adolescentes

Reiki: energía también para niños

El Reiki es una disciplina japonesa de sanación natural, que se basa en que existe una energía universal (Rei) que el ser humano es capaz de canalizar y transformarla en energía vital (Ki), para armonizar el cuerpo y el espíritu y tener una vida más plena y feliz, según aseguran sus maestros y seguidores. Sus aplicaciones son tan beneficiosas para adultos como para niños. La energía se transmite por imposición de manos en distintas partes del cuerpo, donde es captada, produciendo equilibrio, armonización y sanación espiritual y física. Los pequeños pueden acercarse al Reiki a través de las terapias y también pueden aprender a practicarlo, ya que para iniciarse en él no se requieren facultades especiales, sino que simplemente disposición y humildad para recibirlo, ya que se considera un regalo divino.

Los beneficios

La terapeuta corporal y maestra de Reiki Victoria de la Paz, explica que la energía curativa del Reiki radica en algo tan simple como el amor mismo, en lo que no hay nada misterioso ni oculto: ”La calidez de sentir que otro entrega amor, hace a la persona que lo recibe sentirse única, querida, importante. Así, sube su autoestima y comienza a sanar”, señala.

Muchos de los menores que recurren a las terapias de Reiki son niños con problemas de hiperactividad, cuyos padres buscan una alternativa distinta al controvertido Ritalín. También hay pequeños con problemas de conducta, pataletas, timidez, pesadillas, incontinencia urinaria, depresión o que han atravesado por situaciones familiares que les producen angustia, como la separación de sus padres, por ejemplo.

Reiki también ayuda a los niños que son muy tranquilos a ser más receptivos, puesto que esta energía agudiza los sentidos y logra que la persona tenga una percepción distinta de la vida. Además, es muy útil para los pequeños que tienen dificultades para concentrarse: “Cuando el niño tiene problemas de cualquier tipo, baja su rendimiento escolar. En ese caso, su concentración se potencia con el Reiki y el niño comienza a interesarse realmente por el estudio”, afirma la terapeuta.

La terapia de Reiki se puede dar a niños de toda edad. Consiste en un mínimo de cuatro sesiones, en que el maestro impone las manos al pequeño para transmitirle la energía en su cuerpo y espíritu. Según asegura Victoria de la Paz, se obtienen resultados maravillosos, ya que les proporciona una gran tranquilidad.

En familia

La maestra Nelda Ortega, coincide en los múltiples beneficios del Reiki en los niños, no obstante, indica que cuando se trata de pequeños es necesario adaptar las sesiones de acuerdo a su capacidad para quedarse quietos mientras se les imponen las manos. Puede que una sesión no dure más de 15 minutos. "Los niños son poco dados a las personas extrañas y los lugares desconocidos. Por eso, yo les recomiendo a los padres que ellos aprendan Reiki para que lo apliquen en sus hijos cuando lo necesiten y por todo el tiempo que lo requieran, ya que con ellos los niños se sienten con mayor confianza", señala. Agrega que en ese caso no importa que las sesiones sean cortas, ya que los padres podrán dárselas con mayor frecuencia, produciendo un efecto acumulativo.

Así, el Reiki puede transformarse en una herramienta de sanación para la familia y se puede recurrir a él en todo momento. Para los adultos también resulta una excelente forma de superar la depresión, el estrés o dejar de fumar. Incluso el tratamiento de ciertas dolencias físicas puede apoyarse en el Reiki, sin dejar de lado la medicina tradicional, sino que utilizándolo como una terapia complementaria, ya que ayuda a eliminar toxinas del organismo, mejora la circulación sanguínea y, sobre todo, anima al enfermo, lo que resulta muy beneficioso. Ello no significa que esta disciplina esté dirigida sólo a quienes tienen problemas. Gran parte de las personas que toman sesiones de terapia Reiki o se inician en su aprendizaje, buscan un camino de crecimiento personal, de mayor armonía y felicidad consigo mismos y con el mundo.

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